1er examen

La verdad es que hacía algunos años que no tenía esta sensación. Un miedo que casi consigue paralizarme hace unos días pensando que me iba a jugar todo a una carta, a un examen. Nervios, estrés, sentimiento de injusticia e incluso de no estar preparado… Estaba casi bloqueado. 

Por suerte, desde que descubrí este maravilloso mundo del coaching y sus herramientas, y aunque no soy demasiado partidario del autocoaching, es cierto que si recapacita en lo que habitualmente utilizamos en nuestros procesos, la cosa suele funcionar.

En primer lugar visualicé cual era el problema y tras darle muchas vueltas al final me di cuenta de algo básico. Tenía miedo por no poder demostrar lo que realmente sé o valgo. Tenía miedo a enfrentarme al juicio de alguien y no agradarle o ofrecer lo suficiente. En el fondo, una sensación que ya la había vivido otras veces en mi vida.

Recordé mis exámenes de la facultad ,recordé la primera vez que di clase, la primera conferencia. Los días previos fueron terribles.

¿Cómo lo hice entonces para superarlo?

Recuerdo que lo primero fue prepararme, realizar trabajos o ensayos me ayudó. Invité a personas de mi confianza para que me escucharan y fuesen críticos…

¿Podría servirme lo que hice entonces para el momento actual?

A partir de ese momento me vi comenzando a llamar a compañeros y compañeras de clase que yo creía que tenían la formación necesaria. A otros miembros del profesorado para que me diesen su opinión. A todos les enseñaba mis ejercicios, mis pruebas, les preguntaba…en definitiva, me preparaba o formaba.

Por otro lado, además enseñé trabajos extras y ensayos de ejercicios. Lo mismo que hice en su día.

Y para terminar, pedí que de nuevo mis compañeros y personas externas me dieran su opinión.

Realmente me siento agradecido a todos y todas por la ayuda, porque hoy miércoles tengo mi primer examen como alumno de publicidad y aunque no dudaba de mis capacidades, sí lo hacía de mi preparación para la metodología del examen tradicional. Ahora me siento preparado y seguramente pronto pueda contaros que todo ha salido bien.

Recordar la enseñanza básica que esta experiencia me ha ofrecido, en momentos de tensión o de estrés, debemos recordar cómo hemos superado con anterioridad etapas similares. Intentar aplicar el modelo anterior (siempre adaptado a la nueva situación) y seguramente, con esfuerzo y perseverancia, conseguiremos nuestro objetivo.

Al menos tengo una cosa clara… por suerte dejé las matemáticas 😉

Suerte a todas las personas que están pasando estos días de exámenes 🙂